Jade

El jade ha sido símbolo de vitalidad y armonía durante siglos. Esta pieza concentra ese espíritu en una forma clásica y delicada: un corazón verde intenso, enmarcado por un fino baño dorado. Su color evoca frescura, movimiento y energía contenida.

Una joya diseñada para quienes conectan con la alegría sutil, sin necesidad de estridencias.

Cuarzo Rosa

El cuarzo rosa no necesita ser explicado. Su presencia basta. En esta pieza, el corazón de cristal rosa resplandece con una suavidad única, potenciada por el dorado cálido que lo rodea.


Más que un accesorio, es un gesto silencioso de afecto propio, un recordatorio diario de lo esencial: el amor verdadero comienza por dentro.

Amatista

La amatista, en su pureza más profunda, transmite equilibrio. Este dije en forma de corazón no busca llamar la atención, sino sintonizar con quienes valoran el silencio elegante.


Su violeta intenso refleja serenidad interior. Combinado con un marco dorado minimalista, el conjunto encuentra el punto exacto entre lo místico y lo cotidiano.

El resultado: una pieza equilibrada, contemporánea y atemporal, pensada para quienes valoran los símbolos sutiles y los detalles bien ejecutados.